La red de baja tensión no cubre todas las necesidades de algunas empresas, como por ejemplo las centrales eléctricas. La potencia que necesitan y la infraestructura sobre la que deben apoyarse para dar servicio a miles de personas de manera interrumpida requiere de otras soluciones.
Cuando abordamos este tipo de proyectos, en Sumcab desarrollamos y fabricamos los cables de media tensión y los conductores apropiados, para satisfacer las necesidades de cada cliente.
Obviamente, no hay una única tipología de cables de media tensión, igual que no hay una sola aplicación sobre la que los utilizamos. Por eso, personalizamos al máximo cada proyecto para que se adapte a todas las necesidades de cada cliente.
En trabajos de media tensión podemos encontrar tensiones nominales desde 1 kV hasta 36 kV, por lo que es un rango amplio sobre el que trabajar. Además, por el Real Decreto 223/2008, se tratan igual que las instalaciones de alta tensión en cuanto a las medidas de seguridad. Por tanto, siempre es importante contar con profesionales especializados, con experiencia y recursos para poder abordar estos proyectos.
Identificamos a continuación algunos de los usos diferentes que se le dan a los cables de media tensión, en función a las necesidades puntuales de cada instalación.
Cables de media tensión para proyectos de alta conductividad eléctrica
Dependiendo del proyecto sobre el que trabajamos, es posible que se requieran cables de media tensión que ofrezcan una alta conductividad eléctrica. Por tanto, además de las prestaciones del cable en cuestión, necesitamos que esté fabricado con los materiales adecuados.
En estos casos el cobre sigue siendo a día de hoy la solución más recomendable. Es uno de los metales con mayor capacidad para permitir el flujo de corriente eléctrica a través de él, por lo que su conductividad es superior a la de muchos otros metales.
Esta alta transmisión eléctrica permite utilizar unos conductores más delgados, aunque transporten la misma potencia. La conductividad ofrece beneficios muy interesantes en cuanto al transporte del material y a su instalación.
Sin embargo, el cobre tiene algunas desventajas. Es un metal más pesado que otras alternativas y su coste también es más elevado. En instalaciones que abarcan áreas muy extensas esto implica una mayor inversión económica, por ejemplo si debemos instalar un mayor número de soportes.
Cables de media tensión para instalaciones en áreas extensas
Dado el coste que puede suponer el cobre como material para cables de media tensión, en aquellas instalaciones en las que tenemos que cubrir áreas extensas, el aluminio se presenta como la opción más favorable.
Es cierto que un cable de media tensión fabricado en aluminio ofrece menor conductividad eléctrica que uno de cobre, incluso el 60% en comparación. Pero también pesa mucho menos, una tercera parte.
Por tanto, podemos aprovechar suficiente aluminio para instalaciones de largas distancias y obtener la potencia necesaria, en una instalación que resultará más sencilla de realizar y, sobre todo, más económica.
A pesar de todas sus beneficios, el aluminio también presenta desventajas, además de su menor conductividad eléctrica. Por ese motivo siempre hay que personalizar las soluciones a cada proyecto. Hay que tener en cuenta, que este metal presenta ciclos de dilatación y contracción más acusados que el cobre, por lo que es imprescindible una instalación totalmente segura en la que se elimine cualquier riesgo de incendio.
Proyectos con cables de media tensión con diferentes aislamientos
A veces no es la conductividad eléctrica o la extensión de la instalación el condicionante más importante en una instalación de cables de media tensión. Hay proyectos en los que el aislamiento es un factor determinante a la hora de elegir la solución más apropiada.
El aislamiento del conductor es un condicionante importante en estos cables, porque su función principal es la de soportar el campo eléctrico del interior.
Actualmente hay una amplia variedad de aislamientos que podemos utilizar en cables de media tensión, no obstante hay 3 tipologías que se encuentran entre las más destacadas.
Cables de media tensión con aislamiento de XLPE
El XLPE es polietileno reticulado, el derivado más similar al polietileno que podemos usar. El hecho de estar reticulado le permite ofrecer una gran estabilidad incluso frente a cambios de temperatura.
Por tanto, con un cable de media tensión y aislamiento de XLPE no hay cambios en sus propiedades mecánicas, aunque se someta a altas temperaturas.
A esta ventaja, que resulta primordial en algunas instalaciones, hay que añadir también que ofrece una gran flexibilidad e incluso mayor resistencia al impacto que la que puede tener el polietileno estándar.
Es cierto que el XLPE es más rígido que otras opciones de aislamiento, como las que detallamos a continuación y, por tanto, es más difícil de manejar. Sin embargo, también es mucho más asequible a nivel económico, por lo que en algunos proyectos se presenta como la solución que ofrece la mejor relación calidad-precio.
Cables de media tensión con aislamiento de EPR
El EPR consiste en un caucho reticulado, conocido también por la denominación de etileno propileno. Ofrece mayor flexibilidad y resistencia térmica que el aislamiento de XLPE para cables de media tensión.
Es especialmente útil en aquellas instalaciones en las que necesitamos fabricar cables de menor sección, capaces de transmitir una potencia específica. Además, ofrece alta resistencia a la oxidación, este factor es muy importante para algunos proyectos.
Cables de media tensión con recubrimiento de HEPR
Derivado directamente del EPR podemos obtener el HEPR o etileno propileno de alto módulo. Se trata de un material con todavía mayores características mecánicas respecto a carga de rotura, módulo de elasticidad y otras prestaciones que no ofrecen las opciones anteriores.
En Sumcab trabajamos con una amplia gama de tipologías de cables de media tensión, con el fin de adaptarnos a las necesidades de cada proyecto. Solicita un presupuesto y encontraremos la solución idónea para tu instalación.